Segunda entrega del Cuaderno alemán, ese disco homenaje que recoge la
fascinación que me producen algunos conceptos germanos del arte y de la
ciencia. En el post de la entrega número uno
lo expliqué mejor. Aunque ciertamente es difícil de expresar.
Musicalmente hay un gusto por la atmósfera y el
ambient. Hay capas y capas de sonidos flotando en una reverb fría y
distante. Esa reverb tan larga que está a punto de ser un delay. La forma en que grabé el disco ayudó en este sentido: utilicé
pocas fuentes por linea y sí mucho sonido ambiente captado a través de
microfonía. Radios, acoples, sintes baratos (algunos caseros)... emitiendo a todo volumen. Esa era la idea: un directo, un hall lejano y semi vacío, un
concierto en alguna sala de conciertos alemana...